Un equipo internacional de científicos ha anunciado un gran avance en la lucha contra la malaria, allanando el camino para el desarrollo de nuevos fármacos para tratar esta enfermedad mortal, tras observar que un grupo de enzimas llamadas quinasas son fundamentales para que el parásito sobreviva en el torrente sanguíneo.
Los investigadores, que han descubierto nuevas formas en las que el parásito de la malaria sobrevive en la sangre de sus víctimas, pertenecen a la Universidad de Leicester, en el Reino Unido y al Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale, en Francia; y trabajan en el Centro Wellcome Trust de Parasitología Molecular en Glasgow y la Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne, en Suiza.
El avance fue realizado, concretamente, por los equipos dirigidos por el profesor Andrew Tobin de la Universidad de Leicester y el profesor Christian Doerig de la Universidad de Monash en Australia, y ha sido publicado en la prestigiosa revista científica 'Nature'.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la malaria infecta a más de 225 millones de personas en todo el mundo y es responsable de cerca de 800.000 muertes al año. La mayoría de los casos de muerte ocurren entre los niños que viven en África, donde un niño muere cada 45 segundos debido a la malaria, que es la enfermedad responsable de aproximadamente el 20 por ciento de las muertes infantiles. La enfermedad es causada por el parásito de la malaria, 'Plasmodium', que es inyectado en el huésped humano mediante la picadura de la hembra del mosquito 'Anopheles'.
Según declara el profesor Tobin, del Departamento de Fisiología Celular y Farmacología, "estoy orgulloso de participar en una colaboración que ha hecho impacto en la investigación contra la malaria; nuestro estudio abre nuevas vías para el desarrollo de nuevos tratamientos".
El profesor Doerig explica que "se ha demostrado que uno de los elementos fundamentales requerido por el parásito de la malaria para sobrevivir en el torrente sanguíneo humano es un grupo de enzimas llamadas quinasas de proteínas, por tanto, si bloqueamos estas enzimas, mataremos al parásito".
"Estamos ahora en busca de drogas que hagan exactamente eso -detener la acción de las proteínas quinasas. Si desarrollamos estos medicamentos, tendremos una nueva forma de matar al parásito de la malaria", ha añadido.
Tobin y Doerig advierten, no obstante, de que "el parásito es muy inteligente a la hora de adaptarse a los tratamientos farmacológicos y, al hacerlo, se vuelve resistente a los fármacos. De hecho, ya hay pruebas de que el parásito está desarrollando resistencia a los tratamientos más recientes de la malaria".
"Para evitar la mencionada resistencia generalizada a los tratamientos contra la malaria, necesitamos una serie continua de nuevos medicamentos contra esta enfermedad", concluyen.