“Si sobrepasas los 300 miligramos por fiesta estás comprando papeletas para que se te pongan las manos y rodillas azulitas y te tengan que dar un buen machetazo”. Es la respuesta que le da un internauta a otro, indeciso sobre si probar la mefedrona, un compuesto sintético cuya venta esta prohibida en Europa desde diciembre de 2010. Esta droga, cuyos efectos estimulantes son parecidos a los de las anfetaminas, se puede comprar por Internet, pese a la lucha que las autoridades nacionales y europeas ejercen para perseguir las páginas web en las que se vende. El mercado se reinventa para evadir la persecución legal: se reformulan drogas existentes para crear otras nuevas que se puedan vender legalmente en la red. Solo en 2011 la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el Alcoholismo y otras Toxicomanías (Sociodrogalcohol) detectó en España 41 nuevas drogas. Entre 2006 y 2011 el Observatorio Europeo sobre Drogas encontró 700 páginas tiendas online que vendían este tipo de sustancias, en 2011 seguían activas 440.
En una sencilla búsqueda en Internet es fácil encontrar las conocidas como smatshops o growshop, tiendas en las que se venden plantas y hongos alucinógenos. Su efecto es parecido al “viaje del LSD”, según un informe presentado hoy, realizado por Sociodrogalcohol y en el que han participado más de 25 expertos en drogas emergentes. En una de estas páginas se pueden comprar trufas de 15 gramos de setas alucinógenas por diez euros. “Continúa siendo su responsabilidad comprobar que el producto sea legal en su país, consulte con un abogado”, advierte la web. También se venden remedios contra los efectos de las drogas como el After E “para la depresión después de tomar éxtasis” o un “guarda hígado”, para cuyo consumo aconsejan “consultar con un médico”. Pero Internet no es el único mercado, también existen tiendas físicas en España que venden plantas psicotrópicas como inciensos o para su uso en jardinería.
El responsable de la Unidad de Toxicología Clínica y Desintoxicación del Hospital General Universitario de Valencia, Benjamín Climent, ha recordado durante la presentación del informe, que él mismo se ha encontrado en urgencias con casos de jóvenes con taquicardias, temblores y brotes psicóticos provocados por el consumo de algún psicotrópico. Para la mejora en el estudio y control de las nuevas drogas, los responsables del estudio han pedido que las partidas del Estado destinadas a la prevención de la drogadicción se reorienten y que "no se faciliten más medios" a campañas que no han demostrado su efectividad.“Siempre vamos a ir por detrás”, ha asegurado hoy el catedrático en psiquiatría Julio Bobes, presidente de Sociodrogalcohol. Estas nuevas sustancias aparecen en el mercado porque "el marco legal hace que químicos clandestinos modifiquen las sustancias y así no ser consideradas todavía ilegales", ha dicho. Bobes ha lamentado la falta de estudios sobre el consumo y los efectos en la salud en el medio y largo plazo de estas nuevas drogas. “Solo vemos los efectos en urgencias cuando el médico detecta que el paciente ha tomado alguna de estas sustancias”. La principal consecuencia probada del consumo de estas drogas es la muerte de neuronas con la consecuente pérdida de memoria, según ha apuntado Bobes. El presidente de la sociedad considera que el problema más importante es que "la percepción del daño a la salud que generan estas drogas es muy baja entre los jóvenes". “Se están descerebrando”, ha llegado a afirmar.
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